Carlos Felipe Isaacs Rodríguez, conocido como “Ñato Califa”, nace el 25
de abril de 1924 en el distrito de La Chorrera en el hogar formado por sus
padres Julio Roberto Isaacs Sánchez y María Encarnación Rodríguez de Isaacs, tuvo
nueve hijos, siendo su compañera inseparable su esposa Bernarda “Tona” Canto de
Isaacs.
Realizó sus estudios primarios en la Escuela Chiquita hoy conocida como República de Costa Rica, desde los 8
años empieza a interpretar la armónica instrumento que tocaba su madre y se inclina
por jugar béisbol destacándose en la primera base de la selección del distrito
de la Chorrera. Desde pequeño empieza a tocar cumbias con la armónica en las
fincas y patios del área.
Al alcanzar la mayoría de edad, con sus ahorros logra comprar un
acordeón de dos líneas para así sustituir su inseparable armónica, es tanta su
emoción que empieza a tocar con gran destreza "La Danza del Gran Diablo", "La Danza del Torito",
la de "los Mantu", etc.
Su talento llega a interesar al folklorista Leonidas Cajar
quien le da la opción de ser el acordeonista del grupo al que pertenecen
Catalina “Catita” Carrasco, Lucy Jaén y otras figuras que recorren el país en
los distintos eventos, ferias y plazas de baile así como en la ciudad capital
donde a nuestra música típica le era muy difícil acceder. Ya para la década de
los años 60 decide conformar una agrupación típica que tendría por nombre “Conjunto
Estrellas de Oro”, aquellos eran tiempos muy difíciles para interpretar la
música típica debido a la escasez de vías de comunicación y de energía eléctrica, aunado a los pocos salones de bailes, por ello Ñato que
alternaba su vida artística los fines de semana con su trabajo en la Zona del
Canal, decide dedicarse a resaltar La
Cumbia Chorrerana.

En unión de un primo que era el artesano de los tambores, la cumbia
empieza a conocerse y va desplazándose por todo el país, dándose a conocer en la capital como un género musical distinto y especial dentro del
folklore nacional, nacido en La Chorrera este baile tan autóctono y pegajoso se
hizo sentir y considerar por propios y extraños como un ícono de la cultura
chorrerana.
Es así que Ñato Califa es reconocido por el pueblo
panameño como el mayor exponente de La Cumbia Chorrerana, responsabilidad a que
fue fiel este humilde hijo de esta
tierra y que al grito de “Que la cumbia no muera!”, dedicó su vida a exaltar el folclor de la tierra que lo vio nacer.
Fue un 13 de Enero del 2006 que nos dejó para siempre en un fatal
accidente en las montañas de Capira a
donde llevaría su cumbia que tanto amó y defendió. Le acompañaron en ese viaje
al infinito su hijo también acordeonista Carlos Aníbal Isaacs Tejada, Lucia del
Carmen Ureña conocida cómo “Chía”, Ramón Sánchez, Miguel Ángel Aguirre, Luis
Antonio Badillo, Edwin Flores y Mauricio Lasso.
Entre sus cumbias podemos mencionar: Un Amigo, Santa Librada, San José,
La Celosa, Las Mujeres son Bonitas, La
Bailadora, Candela, popularizo
Julia pela La Yuca, Ratón
Busca tu Cueva, La Chiva se Quemo etc.
A sus méritos se suma el haber sido escogido como hijo meritorio
del distrito de La Chorrera para el año de 1987, y Abanderado de las
festividades de 1990 y 1992.
Fue homenajeado por distintos colegios, la Universidad de Panamá y
diversas instituciones del Estado, su música contribuyó a dar realce a La
Feria de La Chorrera.
Ñato Califa nos deja un legado cultural de amor por lo nuestro, dirigido
a que los jóvenes y generaciones del mañana preserven sus raíces y contribuyan al desarrollo de la tierra que los vio nacer. Como
reconocimiento al valor y profundidad de este legado, hoy día La Casa de La
Cultura de La Chorrera lleva su nombre.
Jorge Luis Escobar J.
jle@tamayorecords.com
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